LORENZO MATHEU Y SANZ

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LORENZO MATHEU Y SANZ

Fecha de nacimiento: 12 de julio de 1618
Fecha de defunción: 31 de enero de 1680

Jurista Sala de alcaldes Consejo de Indias Ediciones

De familia oriunda de Francia, en los alrededores de Lyon, Lorenzo Matheu y Sanz, o Sans, era hijo de Juan Bautista Matheu y Pellicer, contador del reino de Valencia, que había litigado su nobleza de sangre obteniendo sentencia favorable en 1629, y de Isabel Sanz, descendiente de Francisco Sanz, XI maestre de la Orden de Montesa. Su tío materno, Pedro Sanz, había obtenido numerosos cargos judiciales en el reino, como el de asesor de causas criminales en el Tribunal de la Gobernación de la ciudad y reino de Valencia, juez de Corte de la Real Audiencia y oidor de causas civiles de la misma. Fue asimismo auditor de la Capitanía General del Reino y asesor de la Orden de Montesa. 

Estudió Gramática y Filosofía en Valencia, donde también comenzaría sus estudios de Leyes, pasando después a Salamanca donde los continuaría entre 1634 y 1637, graduándose en la Universidad de Valencia en 1638, y doctorándose en 1640. En Salamanca tuvo la oportunidad de entablar amistades y relaciones que luego le servirían de gran ayuda durante su carrera, que inició en Valencia en 1638, granjeándose pronto fama de jurista de reconocida competencia profesional. También en Salamanca, a través de sus estudios sobre el Codex Iuris Civilis y el Digesto, tomaría contacto con el Derecho Castellano, del que llegaría a ser un buen conocedor en paralelo a su dominio del Derecho Valenciano. En 1641 era asesor de la justicia criminal de la ciudad de Valencia y en 1643 de la civil, ejerciendo la abogacía hasta 1646. Ya en este año aparecía como abogado fiscal en la visita que se giró a la Diputación, pasando luego, también como abogado fiscal, a la Real Audiencia, cargo que ejerció entre 1647 y 1649. Este último año sería designado juez de Corte de la Sala Criminal.  Durante estos años participó directamente en la resolución de los problemas políticos que afectaban al reino de Valencia, y muy especialmente en la represión del bandolerismo, problema endémico en este reino, siendo encargado por el Virrey, Conde de Oropesa, de resolver una de las causas más complicadas que se habían planteado en esta cuestión, y de resultas de la cual fue ajusticiado Tomás de Anglesola, miembro de la pequeña nobleza valenciana y jefe de una de sus parcialidades.

En 1650 recibiría el hábito de Montesa habiendo presentado como testigos de su limpieza de sangre a veintitrés declarantes procedentes de Játiva, Valencia y Lyon; y para esta ocasión escribió una obra en defensa de la virginidad de la Virgen María, rompiendo así la costumbre de dar este hábito a los juristas que hubiesen escrito en defensa de la jurisdicción de la Orden.

Nombrado juez de la Sala Civil de la Real Audiencia en 1652, permaneció en este cargo hasta 1659, año en que marchó a Madrid. Nos dice sobre él el Diccionario Biográfico de la Real Academia de la Historia: “Respondía al prototipo de juez ideal que él mismo trazó en su “Tractatus de Regimine Regni Valentiae”: buenas condiciones físicas y elegancia.  Destacaban también en él las condiciones morales e intelectuales que se exigían a un buen magistrado: el amor a la república, la pureza de corazón, integridad, conocimiento de la jurisprudencia, historia, elocuencia y prudencia… El poco tiempo de que disponía lo empleaba en obras de piedad y en escribir libros que, en palabras de Josep Rodríguez, divierten y enseñan”.

Resultado de esta prolongada actividad forense, combinada con su alta erudición y capacidad dialéctica, su conocimiento del derecho castellano y, aún en mayor medida, del derecho valenciano y de las instituciones políticas y administrativas de la ciudad y reino de Valencia, fueron varias obras, de las cuales hay que destacar su tratado “De Regimine Urbis ac Regni Valentiae”,  que en su primera edición constaba de dos tomos (1654-1656) y que sería subvencionada por la ciudad de Valencia con 300 libras. La misma cantidad recibiría al hacer una segunda edición, que se imprimiría en Lyon. En esta obra Matheu estudia tanto las magistraturas reales, el Virrey, la Audiencia, y otras, como los oficiales de la ciudad de Valencia, los de la Generalitat, el origen y consolidación de los fueros, la configuración del reino y los numerosos conflictos de jurisdicción, especialmente los que se producían entre las autoridades civiles y las eclesiásticas. Incardinado dentro de los autores que Francisco Tomás y Valiente llama “el absolutismo judicial”, Matheu defendía que la fuerza de la ley procedía de la autoridad real y no del contrato celebrado entre el Rey y el reino que invocaban las Cortes de 1645 para imponer al rey la aceptación de sus peticiones. No obstante, Tomás y Valiente nos da una imagen elogiosa de Matheu al decir de él “Noble de origen, pero de la baja nobleza valenciana, no destaca precisamente por este aspecto, sino que asciende socialmente a través de su condición de jurista. Es el hombre técnico el que alcanza notoriedad. No es tampoco un político, y si en alguna medida participa del poder es en cuanto jurista”.

Su participación en esas Cortes Valencianas de 1645 como miembro de la nobleza le movió a escribir el “Tratado de celebración de Cortes” en el que expresaba su opinión de que el Rey podía denegar las peticiones de las Cortes aunque cobrara el servicio que estas le ofrecían. Como nos dice el Diccionario de la R.A.H. “Esta obra refleja cuál era su punto de vista sobre el panorama político e institucional del momento; por su nacimiento en uno de los reinos de la Corona de Aragón, y por su formación, defendía el estilo de los Parlamentos, pero por convencimiento procuró siempre evitar que se pusiera en cuestión la autoridad regia”.

Personajes situados en las antípodas de su pensamiento político y social como los cronistas Pedro Miguel Samper y Diego José Dormer, aunque antagonistas suyos, califican a Matheu de “eruditísimo y doctísimo.”

 Trasladado a Madrid para ocupar una plaza de alcalde de Casa y Corte, en 1668 llegaría a presidir la Sala de Alcaldes de Casa y Corte, y este mismo año fue nombrado oidor del Consejo de Indias. Posteriormente, su fama de excelente jurista le llevó a ser nombrado regente del Supremo Consejo de Aragón (1671-1680).

 Hacia 1646 contrajo matrimonio con Feliciana de Silva, hija de los marqueses de Orani cuyo titular, Diego de Silva y Portugal, era hijo del segundo Duque de Pastrana. Fallecida esta, volvió a contraer matrimonio con Mariana de Villamayor, hija de Francisco de Villamayor, secretario del Consejo de Italia y hermana del Marqués de Villamayor, miembro del Consejo de Castilla. Sus matrimonios reforzaron su estatus social, obteniendo en 1675 un privilegio de nobleza para sí y sus descendientes.

ACP (PU 129-17):  Copia de las capitulaciones matrimoniales acordadas entre Lorenzo Matheu y Sanz y Mariana de Villamayor (Madrid, 17 octubre 1660)  

De todas sus obras de carácter jurídico la que más reconocimiento le dio fue su “Tractatus de re criminali” que se publicó por primera vez en Lyon, en 1676, y recoge controversias forenses relacionadas con la práctica de la Sala de Alcaldes de Casa y Corte y del Consejo de Indias. Es uno de los libros de carácter jurídico más difundidos de la época como puede deducirse por el número de ediciones, once, que se hicieron en un siglo: ocho en Lyon, dos en Venecia y una en Madrid.

Además de las obras de jurisprudencia, Matheu fue autor de obras de carácter literario y religioso.  Residiendo todavía en Valencia, escribió su “Crítica de reflección y censura de las censuras” en que satiriza a Gracián y su “Criticón”.  Fue además traductor de varias obras del latín al valenciano y del valenciano al castellano

Falleció en Madrid el 31 de enero de 1680 a los sesenta y dos años.

ACP (PU 149-30): Testimonio del testamento cerrado otorgado por Lorenzo Matheu y Sanz, y de las diligencias practicadas para su apertura (Madrid, 30 enero 1680)

Los hijos de Lorenzo Matheu y Sanz continuaron la tradición familiar de dedicación a las labores jurídicas, tanto en el foro como en la Administración. De la familia Matheu nos dice el Diccionario Biográfico que es un ejemplo de la ascensión desde la Administración en el reino de Valencia a la general de España. Domingo Matheu y Silva fue también caballero de la Orden de Montesa, juez de Corte, oidor y regente de la Chancillería. En la otra rama de los Matheu, Lorenzo Matheu y Villamayor, ingresó en 1674 en la Orden de Santiago, fue doctor del Consejo de Castilla, juez de Corte, oidor y alcalde de Casa y Corte.

Referencias Bibliográficas

  • Retrato de Lorenzo Matheu y Sanz «Ann 37 aetat». Aguafuerte y buril. Firmado «Espinosa I / J. Felipe fe». Inscripción en el libro en que escribe el retratado: De Regimine Regni Valentiae. 1654. Biblioteca Nacional de España.